Читать книгу Desórdenes. Volumen III онлайн

136 страница из 146

Temple y Meliá han investigado la antropofagia tupí y opinan que en el ritual del sacrificio primaba la unión sobre la muerte, a través del convite y la distribución.100 Durante la ceremonia el matador y la víctima eran profusamente adornados. Alvar Núñez Cabeza de Vaca describió cómo en el rito caníbal había mucha plumería. Lo hizo después de haber peleado contra los comuneros en la batalla de Villalar, buscado El Dorado en las siete ciudades -El Dorado era un champú, cantaba a la desaparición del mito Joaquín Sabina- y descubierto las cataratas de Iguazú. Vaya un currículum. Cuenta también cómo el que asestaba el primer golpe pasaba a ser desde entonces llamado con el nombre de la víctima (detalle que aprovecharán los autores cristianos para tratar de relacionar esa ceremonia con el bautismo).

Conforme a Meliá y a Temple el prisionero era transformado en un intermediario entre la vida y la muerte. En ocasiones el cuerpo sacrificado se reducía a cenizas para mezclarlo en una bebida (el kagui) y poder llegar de ese modo a un mayor número de participantes. El banquete recuerda los fastos de Bokassa y a Idi Amín. También a algunas historias de Black Beach.101

Правообладателям