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Insistió más tarde en un intento similar apadrinado por otro profesor ilustre de filosofía -Ortega y Gasset- y participó en la fundación de la Liga para la educación política, que debió de funcionar, salvando las distancias, como si fuera un círculo de Podemos. En aquel grupo estaba también Salvador de Madariaga.

Entre sus compañeros estudiantes de filosofía se encontraba Xavier Zubiri, quien además de un filósofo esencial se convertirá con los años en el maestro de Ignacio Ellacuría.24

Hay que decir también, para ser justos, que con solo 24 años Giménez Caballero estaba ya recluido en una prisión militar por haberse atrevido a publicar -pese a que le habían advertido de las previsibles consecuencias- un libro (el primero suyo) que los jueces interpretaron como una incitación a la rebeldía.

A posteriori Giménez Caballero explicará su idea de España como la consecuencia de una trayectoria personal influida por Europa (había sido lector en Estrasburgo), por África (fue soldado en Marruecos) y por América (sobre todo tras su estancia en Paraguay).

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