Читать книгу El fascista estrafalario. Volumen II онлайн

30 страница из 123

Para mí la figura de Besteiro va a estar siempre asociada a la letra de una canción que cantaba el grupo Aguaviva. Recuerdo perfectamente la funda del LP (nadie los llamaba entonces vinilos) que me prestó un amigo y el cassette en el que lo grabé. Decía:

Institución Libre de Enseñanza,

el recuerdo y la añoranza

de tu maestro Giner.

Y después,

cuatro copas de ribeiro

y reproches derechistas

por el carnet socialista

que te dio Julián Besteiro.

Resulta curioso que transcurridos más de 35 años continúe recordando esa letra (la tarareo a veces cuando conduzco). Corresponde a esa época de la vida en que uno tiene la capacidad de apropiarse de las cosas. Luego se pierde. Años más tarde incluí en El brillo de los reversos una fotografía de la lápida de Julián Besteiro en el cementerio civil de Madrid.

Bajo la influencia de Besteiro Ernesto Giménez Caballero promovió en su juventud un grupo de estudiantes socialistas que se reunía en la sidrería Casa Mingo de la calle Echegaray (era una sucursal de la Casa Mingo del Paseo de la Florida, que todavía hoy continúa funcionando y está especializada en pollos asados). ¡Quién iba a decirles a los demás en lo que su amigo habría de transformarse!

Правообладателям