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No solo desapareció el Pombo. También Gómez de la Serna, que había sido muy amigo suyo. A su muerte Giménez Caballero escribirá: vivió 74 años, 6 meses, 3 horas y 35 minutos. Con él yo no sé ser tan preciso,22 pero su vida duró 89 años, 9 meses y 13 días, lo que vienen a ser 32.797 días. Poco más de 47 millones de minutos. Uno detrás de otro. Produce un poco de vértigo acotar la vida en términos tan objetivos.

Gecé, como a veces firmaba,23 vivió su infancia en una casa de la calle Huertas en la que se cree que siglos antes había residido Miguel de Cervantes (actualmente el solar ocupa los números 14 y 16). No es un mal inicio.

A pesar de todo lo dicho, a mí -que debo de ser un poco terco- me sigue pareciendo que el olvido es injusto. Aunque sea para tomar de inmediato distancia, Ernesto Giménez Caballero Gecé merece ser recordado.

¿Qué era lo que pensaba?

Para asomarse a sus ideas hay que partir del contexto del Desastre. De hecho, él había escrito de sí mismo …soy el único nieto del 98 al que le interesa asumir esa nietez. Su obra de algún modo enlaza entre sí a las generaciones del 98, del 14 y del 27. Desde el regeneracionismo de Joaquín Costa hasta el fascismo.

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