Читать книгу Tú y yo онлайн

48 страница из 65

Nuestros cuerpos se rozaban y, de repente, me di cuenta de que me sentía muy excitada. Hubo un momento de silencio y Susana apartó un mechón de mi pelo que me caía por la cara y retuvo mi mejilla con su mano. No podía creerme que estuviera viviendo aquella situación con mi amiga, a la que tanto quería, y que estuviera a punto de besarla. Yo, que ya no podía disimular más mis ganas, cerré lentamente los ojos, apoyé la cabeza en la almohada y mientras mi mano derecha recorría su nuca, fui acercando mi cara a la suya, muy nerviosa y con mucho cuidado, hasta unir mis labios con los suyos, fundiéndonos en un primer beso tierno, suave, dulce y hasta, yo diría, inocente. Apresaba mis labios con los suyos, liberándolos un instante después y así como cuatro o cinco veces. Nuestra respiración se aceleraba y notaba como mi corazón se me quería salir del pecho. Pocos segundos después me separé tímidamente. Me sentía radiante de agradecimiento, porque no me había rechazado y me estaba respondiendo positivamente y, a la vez, tan avergonzada que creía que me iba a poner a llorar. Nunca antes había sentido un beso tan cálido y estimulante como aquel.

Правообладателям