Читать книгу Dimelo cantando онлайн

15 страница из 120

Menuda estupidez.

—No debes haber conocido a muchas chicas, entonces.

—¿Cómo te llamas, guapa? —Me pone una mano en la cintura para girarme hacia él. No me gusta su exceso de confianza y me aparto para demostrárselo, aunque no retrocedo.

—Holland. —No paso por alto que no me mira a los ojos, precisamente—. ¿Tú?

—Sean.

Su sonrisa decae ante mi desinterés. Busco a Chloe con la mirada. Sean pierde su atractivo en cuanto abre la boca. No hemos hablado demasiado, pero sí lo suficiente como para darme cuenta de que su personalidad deja mucho que desear. Pensándolo bien, no sé por qué diablos sigo aquí.

Sin embargo, una voz diminuta en mi cabeza me recuerda que no me importa que los chicos sean unos imbéciles. De hecho, lo prefiero. Podría enrollarme con él, olvidarme de todo durante una noche y jamás volver a verlo. Lo he hecho varias veces, siempre con un mismo propósito. El problema es que nunca lo he conseguido. Sé que esto no vale para nada y que solo procuro engañarme a mí misma.

Debería dejar de buscarlo en otras personas.

Правообладателям