Читать книгу Dimelo cantando онлайн

71 страница из 120

¿Habrá entrado en alguna habitación? Es imposible que haya alcanzado la puerta del fondo en tan poco tiempo, así que me decanto por la más cercana. La abro esperando no encontrarme con algo que hubiera preferido no ver. No obstante, no lleva a una habitación, sino a un estrecho pasillo con más escaleras. Arriba hay una puerta entreabierta y distingo luz al otro lado. Subo con cuidado de no tropezarme y salgo a una especie de terraza.

Hace frío aquí fuera. Aunque ha anochecido, hay tanta contaminación lumínica que parece que en el cielo no queden estrellas. El corazón me va muy deprisa y no es porque haya venido corriendo. Alex se encuentra apoyado contra la valla, de espaldas a mí, y creo que aún no se ha percatado de mi presencia.

No me atrevo a cerrar la puerta por si necesito escapar. La terraza no tendrá más de cinco metros cuadrados, por lo que me sorprende que no me haya oído llegar. Estamos a tanta altura que vemos los tejados de los edificios contiguos. Nunca había tenido la oportunidad de ver Londres desde arriba, pero, desde luego, no estoy en condiciones de ponerme a apreciar las vistas.

Правообладателям