Читать книгу Mejor no recordar онлайн

49 страница из 77

Tenía que hacer algo. Necesitaba ayudar de algún modo. Repasé una vez más la noche en mi cabeza en busca de señales o indicios, de algo que pudiera decirme dónde podría estar Alejandra. Pero lo cierto era que no había nada de extraño. Aparte de mostrarse un poco hostil hacía mí, por el resto, había sido la de siempre. Había bebido y bailado. Se había hecho selfies con sus amigas y había disfrutado de la noche. Además, no había tocado el móvil en casi toda la noche, por lo que no tenía pinta de que se hubiese ido con otro chico después de la discoteca. Parecía cansada. Me reincorporé lentamente y me senté en el borde de la cama. Me llevé las manos a la frente e intenté tranquilizarme. De nuevo, el móvil comenzó a vibrar.

—Ana —respondí velozmente—. ¿Ha aparecido? —El corazón me latía a un ritmo frenético.

—Hola, Tomás, no, no sabemos nada aún. ¿Tienes tú alguna idea de dónde pueda estar o con quién? —preguntó nerviosamente.

—No, he intentado recordar si había notado algo extraño en ella. Pero nada. Tenemos que hacer algo. Voy a volver a la discoteca, quizás siga abierta y pueda hablar con el puerta. Tal vez él sepa algo. Quizás la viera irse con alguien y simplemente se haya quedado sin batería. —Deseé con todo mi ser que aquello no fuese cierto.

Правообладателям