Читать книгу El secreto de la tierra y los primeros dioses онлайн

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—Escucho sus opiniones. —Aemer, hijo de Thermir y vocero del rey, se adelantó. Era un hombre de delgada figura, ojos oscuros y rostro alargado. Vestía, debido a su labor en el castillo, una fina túnica púrpura y un sombrero puntiagudo del mismo color, con detalles dorados en los bordes.

—Esa enorme criatura sería perfecta para el banquete. —Goroteo, hijo de Ur y cocinero principal del palacio, era conocido en la ciudad por su enorme tamaño, alcanzando los dos metros con veinte centímetros. Vestía prendas blancas, pechera negra de cuero y un sombrero blanco que siempre se le caía. Además, portaba una enorme cuchara de palo que llegaba al metro cincuenta de largo, con la que constantemente golpeaba a sus cocineros ayudantes cuando cometían algún error con el menú.

—¿Es en efecto un jabalí? —preguntó Aemer.

—Dire debería saberlo, conoce más sobre las bestias que cualquiera de nosotros. Por mi parte, consideraría un enorme logro personal cocinar semejante ejemplar.

—Cualquiera creería que, por ser un cocinero tan talentoso, conoces a casi todos los animales.

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