Читать книгу El secreto de la tierra y los primeros dioses онлайн

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Seth giró su cabeza para mirar detrás del animal, donde se encontró con una multitud enfurecida.

—Señor, hace solo unos días que terminé mi misión. Luego de ir de cacería, me apresuré a presentar mi ofrenda en la competencia de caza. No fue mi intención causar problemas.

Mientras el joven hablaba, uno de los participantes del certamen alzó la voz:

—¡Exijo que el chico sea descalificado! En primer lugar, por los daños causados a la ciudad, es obvio que no dominó el animal. Y en segundo lugar, dudo mucho que esa criatura sea un jabalí. No existe en el mundo uno de ese tamaño, es ridículamente enorme. Además, miren sus patas: son gruesas y no tienen pezuñas.

—Pero tiene colmillos y está cubierto de pelos, es un jabalí… —Seth le dirigió una mirada impasible—. Solo que… es de una raza diferente… Además, logré que se detuviera, tengo total control sobre él.

Siguieron discutiendo de esta forma durante un buen rato, mientras los jueces, habiendo presenciado lo que ocurrió, se reunieron para deliberar.

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