Читать книгу Cetreros I. Profecía онлайн

31 страница из 104

El relativamente pequeño ser podía manipular de manera rudimentaria un nexo de geotraxis.

Aunque elemental, este poder le daba notables ventajas: sabía con cierta anticipación cuándo habría una erupción volcánica, de dónde venía un incendio y hacia dónde debía huir cuando un depredador andaba demasiado cerca, entre otras. Incluso intercambiaba noticias con algunos de los más dotados de sus congéneres a través de largas distancias, sin medios físicos visibles.

Pero a pesar de ser extraordinario, eso podría no ser suficiente.

El pequeño cazador se inclinó para tomar con su garra derecha una gruesa rama que yacía entre un montón de hojas a medio podrir. Después de arrancarle un par de tallos muertos, la sopesó apreciativamente.

Era perfecta para sus planes.

Pretendía golpear con ella a un pequeño mamífero que se le había escapado. Hacía un par de horas, gracias a su habilidad, había ubicado con precisión uno de sus almuerzos preferidos. Sin embargo, este había conseguido escabullirse en el último momento, y el dinosaurio estaba molesto. Su pareja había quedado al cuidado de la nidada, y seguramente estaba hambrienta. De hecho, él mismo sentía las primeras punzadas de un hambre creciente. Ya había tardado mucho en regresar y su pareja le gruñiría no precisamente como bienvenida. Sí, definitivamente serían varios golpes. De todos modos, a su pareja le gustaba la carne ablandada.

Правообладателям