Читать книгу Nuestra asignatura pendiente онлайн

63 страница из 101

—Tengo su dirección, por si quieres escribirles una carta —sugirió Kyle, aunque sabía que, si los Foster no querían que se pusieran en contacto, cabía la posibilidad de que nunca les contestaran. Bethany también lo intuía.

—¿Y si nos presentamos ahí por sorpresa? —sugirió ella mientras levantaba las cejas.

—No sabemos con qué nos encontraremos —admitió él—. No quiero que sufras, Beth.

—No te preocupes por mí, papá. Estoy dispuesta a asumir los riesgos. Esto también forma parte de crecer.

—Lo sé, cariño. ¿Será que me cuesta admitir que mi niñita se está haciendo mayor y que ya no puedo protegerla de los males que hay en el mundo?

Beth se encogió de hombros.

—¿Me acompañarías? ¡Porque soy valiente, pero no tanto! Te necesito a mi lado —confesó.

—¡Claro que iré contigo, hija! ¡En ningún momento se me ha pasado por la cabeza la posibilidad de que fueras sola!

—Podríamos ir el viernes. ¿Qué te parece?

—Será mejor que vayas preparando la maleta —la incentivó él—. Yo me encargo de comprar los billetes de autobús y reservar habitación.

Правообладателям