Читать книгу Diario de un adolescente precoz colombiano онлайн
133 страница из 173
Uno de ellos llamaba mucho mi atención, ya que era un chico de unos veintiocho años, era alto, o sea, el típico costeño joven. Para ganarme su confianza le saludaba todos los días e incluso salía para ayudarle a abrir y organizar el negocio, tanto que sacaba mi equipo de sonido y poníamos música para darle más vida al negocio. Él pudo notar que con mi presencia y mis ideas empezaban a venir más clientes y al mismo tiempo para mí, poder aprender sobre su trabajo.
Me encantaba mi nueva vida estando alejado de las peleas y la envidia que se vivía en Sameco, vivir con mi madre fue lo mejor, estudiaba y mi madre por fin se había convertido en lo que quería, aunque mi hermana Vanessa se había ido a vivir a casa de Don Hernando y allí se había vuelto inseparable de Alba, pero siempre estuvimos en contacto. Pero Alba la quería llevar al lado de hombres y borracheras así que me tocaba jalarle* las orejas de vez en cuando, para que se controlara, porque aunque era nueve meses mayor, yo le ganaba en madurez.