Читать книгу Diario de un adolescente precoz colombiano онлайн

48 страница из 173

Entonces Ximena era solo una pantalla para hacerles creer que me interesaban las chicas y aunque ella me gustaba no le daba tanto interés, pero sí a su primo Wilmar, que era un chico guapo, alto, moreno y me ponía muy cachondo.

Ese día en la piscina municipal, Diego y yo nos estábamos masturbando en una zona que nadie frecuentaba y Wilmar y otros amigos nos pillaron, pero en vez de irse, empezaron a masturbarse allí mismo con nosotros.

Estaba claro que a todos nos gustaba vernos las pollas, pero siempre la mía llamaba la atención por ser de mayor tamaño que las de ellos. Pude notar cómo todos me miraban y se ponían más arrechos* al ver cómo me masturbaba, porque siempre lo hacía con tanta fuerza, que mis huevos golpeaban sobre mi mano.

Hubo un momento que Katherine, la novia de mi amigo Diego nos encontró y en vez de irse, se escondió y pudo ver aquel morbo que hubo entre los ocho chicos que allí estábamos. Lo sé porque luego en la piscina se acercó y me dijo al oído que mi polla era la más preciosa de todas.


Правообладателям