Читать книгу Diario de un adolescente precoz colombiano онлайн

59 страница из 173

Estaba asustado, pero también cachondo, la sensación de no saber qué quería ese escolta y hacia dónde me llevaba, me hacía pensar que seguro quería hacerme algo malo.

Al llegar a allí, vi una mesa con un polvo blanco, licor y cigarrillos, él me preguntó que si quería algo y le pedí un cigarrillo y aunque nunca había fumado, quería probar. Él me pasó uno y me dio del licor que estaba bebiendo, me dijo que dejara de temblar, que la íbamos a pasar bien, que él solo quería ser mi amigo.

Sacó de un bolso una especie de computador y le puso un CD, pude ver que era porno, después de fumarnos el cigarrillo, él me preguntó que, si me gustaba más una polla, o un coño y le dije que una polla, él me miró con una sonrisa y me dijo: “Quieres comerte la mía” y con mi cabeza asentí. Al momento se quitó la camisa y pude ver su cuerpo bien marcado, se la sacó ya dura y me dijo que me la comiera.

Era una polla preciosa estaba muy babosa y eso me encantó. Sentir su lubricante en mi boca me daba la sensación de que yo le gustaba, así que me quitó el pantalón y empezó a chupármela, también los huevos y el culo, estábamos muy calientes y yo sin saber que iba a pasar. Él me tiró al suelo en posición perrito y me puso ese polvo blanco y de nuevo me chupó el culo hasta que llegó un momento que yo no sentía nada, pude ver como poco a poco se atrevió a meterme la polla.


Правообладателям