Читать книгу Los parados. Cómo viven, qué piensan, por qué no protestan онлайн

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El paro sociológico

Como ya se ha dicho, la investigación de la que deriva este libro pretende comprender qué significa estar en paro y qué consecuencias tiene para las personas que lo experimentan. Por tanto hay que partir de una definición de parado que permita identificar a los interlocutores adecuados. Esa definición no tiene por qué ser mejor que otras y no se postula como más próxima al paro «real», entre otras razones porque tal paro no existe. Mejor dicho, hay tantos «paros reales» como definiciones demos del mismo. Tan real es el paro estimado como el registrado, el popular o nuestro paro sociológico. La única forma de no quedar enredado en este tipo de polémicas es comenzar explicitando cuál es el problema que preocupa, formular las correspondientes hipótesis interpretativas y, a partir de ahí, establecer las categorías teóricas y operativas que van a utilizarse para abordarlo [Reyneri, 1996: 39-40]. Pues bien, a los efectos que aquí interesan ni el concepto de paro registrado ni el de estimado nos sirven, porque dejan fuera a demasiada gente. No contemplan a personas a las que cualquier ciudadano, utilizando algunos de los elementos con que se construye la definición social de parado, identificaría como tales a pesar de que no estén disponibles en dos semanas, a pesar de que no hayan buscado durante las cuatro semanas anteriores, de que no estén inscritas en la oficina de empleo, aun a pesar de que estén infraocupadas. Personas que aspiran a tener un empleo «de verdad», de esos que permiten obtener unos ingresos por encima del umbral de pobreza y cotizar a la Seguridad Social; personas que no conciben su futuro al margen de un empleo de ese tipo. En consecuencia, sostenemos que hay dos tipos de paro sociológico formalmente oculto: el constituido por todos los inactivos desanimados y el constituido por una parte de los subempleados clasificados estadísticamente como ocupados. A estos dos tipos se les puede agregar un tercero que estaría formado por una parte de los jóvenes que vamos a llamar nininis, jóvenes que ni estudian ni trabajan ni buscan empleo y que son clasificados estadísticamente como inactivos.


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