Читать книгу Los parados. Cómo viven, qué piensan, por qué no protestan онлайн
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Operativizar el concepto de paro sociológico para aplicarlo a los microdatos de la EPA y saber de cuánta gente estamos hablando no plantea dificultades insuperables. Con el primer tipo no hay ningún problema, está perfectamente identificado en la encuesta y el mismo INE se ha ocupado de él en alguna ocasión. Entre el primer trimestre de 2011 y el primer trimestre de 2014 los inactivos desanimados pasaron de 398.800 a 483.600 efectivos [INE, 2014]. El desánimo afecta más a las mujeres, a las personas con niveles educativos más bajos (hasta ESO), a quienes tienen más de 44 años y a los que llevan más tiempo en paro. Carles Simó y Juan Antonio Carbonell, utilizando EPA enlazadas, han seguido la trayectoria de los parados de larga duración (al menos un año en paro) entre el primer trimestre de 2006 y el tercero de 2011. En torno al 14% de quienes se encuentran en esta situación seis trimestres después se convierten en desanimados. Por lo que se refiere al segundo tipo (subempleados), podemos considerar en paro sociológico a todos aquellos que sólo han trabajado hasta 10 horas durante la semana y están buscando otro empleo para poder trabajar más tiempo. Un supuesto más bien restrictivo. En cuanto a los nininis –aplicando este concepto sólo a los que tienen entre 16 y 24 años y dejando al margen los desanimados para no contarlos dos veces–, podemos redefinirlos como parados sociológicos o mantenerlos como inactivos en función del motivo por el que no buscan empleo. Todo esto ya lo hemos hecho en otra ocasión [Sanchis y Simó, 2014] operando con los microdatos correspondientes al cuarto trimestre de 2011. En el cuadro I están resumidos los resultados.