Читать книгу Días ejemplares онлайн

27 страница из 92

El libro tiene muy buenas ventas y reseñas. De las treinta y dos que se conocen solo ocho son negativas. También marca un cambio en la actitud de Whitman. Había soñado con ser el poeta de los Estados Unidos en su juventud. A sus cuarenta y un años es consciente de no serlo. Surge un Whitman más sombrío – del que “¡Hasta siempre!”, el poema que cierra el libro es clara señal de lo que digo. El experimento poético que había soñado en su juventud pasaba desapercibido para sus coetáneos. Que la Guerra Civil se cerniese sobre su país también ayudó a que el tono se ensombreciera. Paradójicamente, cuando ya no puede ser el poeta del optimismo americano, la guerra le proporciona otro papel.

En esos años conoce a William O’Connor, quien trabajaba para el gobierno, y a John Burroughs. Estos, además de grandes amigos, se convertirán en sus primeros biógrafos. En diciembre de 1863 muere su hermano Andrew de tuberculosis y en junio de 1864 regresa a Brooklyn por enfermedad. Allí estará seis meses después de los cuales volverá a Washington para trabajar en un puesto del gobierno. Asiste a la segunda investidura de Lincoln. Mayo lo sorprende preparando la edición de Redobles de tambor que interrumpe para añadir una sección en recuerdo de Lincoln, asesinado el 14 de abril de ese año. El secretario de Interior tiene conocimiento de su poesía y el 30 de junio lo despide pretextando que su poesía era obscena. Una vez más sale a relucir la obscenidad de Hojas de hierba. No será la última. Es de notar que Whitman se mantuvo siempre firme y nunca accedió a las peticiones de quienes le pedían que eliminara o censurase algunos de sus poemas. Solo cuando publicaron una antología en Gran Bretaña permitió que las composiciones más controvertidas no figurasen. En Estados Unidos, sin embargo, solo hizo algunos cambios menores, lo que le valió que la censura continuase. También en este año conoce a Peter Doyle, conductor de coches de caballo, con quien mantendrá una relación muy íntima.

Правообладателям