Читать книгу Enemigos íntimos. España y los Estados Unidos antes de la Guerra de Cuba (1865-1898) онлайн
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Desde el principio, el gobierno Ruiz Zorrilla se mostró más receptivo a las demandas estadounidenses en Cuba. El gabinete radical tenía un ambicioso programa de reformas que incluía implantar en las Antillas los derechos y libertades que había prometido la Revolución de Septiembre. Entre otras cosas, las reformas en Cuba y Puerto Rico tenían como objetivo evitar una intervención de los Estados Unidos que acabase con la soberanía española en las Antillas73.
Sin embargo, la fortaleza de los intereses opuestos a las reformas en Cuba era tal, que el gobierno radical no vio otra salida que sugerir confidencialmente a Sickles que el presidente de los Estados Unidos ofreciese sus buenos oficios para negociar la rendición de los insurgentes cubanos a cambio de reformas políticas y sociales en Cuba. Probablemente, el gobierno Ruiz Zorrilla calculaba que las reformas en Cuba serían mucho más aceptables si se convertían en el precio a pagar por la pacficación de la Isla.
Aunque en ningún momento recibió instrucciones de Washington al respecto, Sickles dejó la puerta abierta a esa mediación al contestar que el gobierno de los Estados Unidos no podría ofrecer sus buenos oficios mientras España no mostrase garantías tangibles de reformas en Cuba. En otras palabras, mientras no se comprometiese a abolir la esclavitud en la Isla: