Читать книгу El auge de la brutalidad organizada. Una sociología histórica de la violencia онлайн

28 страница из 96

Aunque tanto la acción violenta entre grupos como la que se da entre entidades políticas son formas de violencia organizada, las dos difieren en términos de capacidad organizativa, legitimidad y sentido de la solidaridad. Si bien la violencia intergrupal puede estar más o menos formalizada, la violencia que se da entre entidades políticas depende completamente de la existencia de una estructura organizativa. Por ejemplo, los conflictos violentos de clase pueden implicar a sindicatos reconocidos, a movimientos sociales, a partidos políticos radicales, a milicias organizadas o a grupos paramilitares. Sin embargo, la violencia de clase también puede producirse fuera de los canales organizativos, como cuando un obrero desesperado enloquece y mata a toda la junta directiva de una gran corporación privada. Por su parte, la violencia entre dos o más entidades políticas implica inevitablemente el despliegue de aparatos organizativos para iniciar y librar conflictos violentos. Por supuesto, los líderes de esas entidades políticas pueden considerar que un acto violento individual es motivo suficiente para decidir desplegar una violencia organizada contra otras organizaciones políticas, como en el caso del supuesto incendio del Reichstag o del asesinato de Francisco Fernando a manos de Princip. Sin embargo, la violencia entre entidades políticas no puede continuar sin una estructura organizativa.

Правообладателям