Читать книгу Doble crimen en Finisterre онлайн

53 страница из 77

Ya eran casi las siete de la tarde cuando José Souto llamó a su amigo César Santos.

—Oye, sabueso, dado que a Lolita no le gusta dejar el restaurante solo, ¿por qué no vienes a cenar a Doña Carmen? Eso, claro, si tus múltiples ocupaciones te lo permiten.

—¿A qué ocupaciones te refieres, Holmes?

—Ya sabes, algún nuevo ligue en Corcubión, un crucero por la ría, rascarte la barriga, discutir sobre Nietzsche con Marimar, qué sé yo. No pretenderás que me inmiscuya en tu vida privada.

—No sé si aceptar tu invitación; estoy enfadado contigo, Pepe.

—¿A qué debo esa suerte?

—Me he enterado casualmente esta tarde de que se ha cometido hace días en tu pueblo un crimen horrible, aunque interesante desde el punto de vista profesional, ¡y no me has dicho nada! Supongo que tu silencio se deberá a que ya has dado con la solución y tienes al culpable porque, si no, me parecería una falta de consideración por tu parte ocultárselo a un amigo como yo, que tantas veces te ha ayudado a solucionar casos difíciles.

Правообладателям