Читать книгу La transición española. Una visión desde Cataluña. Tomo I онлайн

392 страница из 489

El 1º de junio de 1974, Rodolfo Martín Villa fue nombrado gobernador civil de Barcelona, sustituyendo a Tomás Pelayo Ros. Por esas fechas, Jordi Pujol, que poco a poco iba saliendo del anonimato desde su puesto directivo en Banca Catalana, expuso mediante unas declaraciones, sus propuestas de futuro para Cataluña:

«Hay un doble juego —decía Pujol— que se ha intentado muchas veces pero que nunca ha salido bien, y es que Cataluña ha querido jugar de una parte con su afirmación, afirmación que debe ser muy vigorosa, acompañada de una proyección nuestra, catalana, hacia toda España. No es verdad que nosotros aspiramos solamente a ser presidentes de la Mancomunidad o de la Generalitat, podemos aspirar a ser presidentes del Consejo de Ministros de Madrid, o, al menos podríamos aspirar a ser no un ministro de Marina, pero sí un ministro de Fomento, de Hacienda o de Industria y, por qué no, primer ministro. Desde luego lo veo difícil si nosotros no queremos renunciar y no debemos renunciar a la defensa de nuestra identidad, pero hay el otro objetivo, que nosotros debemos tener una política de proyección a escala española y naturalmente esta será diferente pensada desde Barcelona que no desde Madrid. Nosotros tenemos unas líneas definidas para la actuación política en España, la línea europeísta que nos viene dada por la geopolítica. Cataluña es una marca hispánica que nació como frontera sur de los francos, no como último reducto de los visigodos.»410


Правообладателям