Читать книгу La transición española. Una visión desde Cataluña. Tomo I онлайн

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Sin duda el sentido geográfico e histórico del futuro presidente de la Generalitat era clarividente. Su identificación más con el norte europeo que con el resto peninsular lo identifica a mí parecer de una forma desafortunada cuando justifica la diferenciación cultural desde una perspectiva superior e irreal buscando el distanciamiento entre Cataluña y el resto del Estado ligado al hecho diferencial de la cultura franca comparada con la visigoda.

Meses después del llamado «espíritu del 12 de Febrero», el presidente del gobierno, Carlos Arias Navarro, visitó Barcelona a mediados de junio de 1974 anunciando en uno de sus discursos, en la línea de la ambigüedad, su punto de vista referente a la apertura teórica del régimen: «El tema asociativo —dijo— es una materia pragmática que debe ser promovida con equilibrio y autoridad», aunque fue el ministro José Utrera Molina el que indicó por donde iban a ir las líneas maestras de la apertura, ya que era al Movimiento el que le correspondía aportar el caudal vivificador411.


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