Читать книгу La transición española. Una visión desde Cataluña. Tomo I онлайн
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Las primeras declaraciones del nuevo gobierno hablaban del objetivo de llegar a la libertad sin ruptura bajo el perfeccionamiento constante del sistema institucional, de la convivencia con las tendencias que aceptasen un orden democrático justo y del reconocimiento institucional de las regiones y de las autonomías locales.
La valoración del nuevo gabinete por la Asamblea no fue positiva, criticando de antemano la insuficiencia en el indulto proclamado por el rey, pese a que se abrían ciertos canales de esperanza dada la tolerancia del régimen con arbitrarias discriminaciones. Por otro lado, la pretensión de saldar la cuestión catalana, que venía respaldada por la implantación del Estatut de 1932, con un régimen especial para las cuatro provincias catalanas, daba una impresión de democracia controlada y limitada.
El 27 de diciembre de 1975, tuvo lugar la XII reunión de la CPAC. Esta, fue distinta a las demás, pues por primera vez se presentó la Asamblea al público mediante ruedas de prensa y comentarios de todo tipo en los diarios principales. Los acuerdos llegados en la reunión fueron dados a conocer a los medios de comunicación por los principales representantes de la Permanente: Jordi Carbonell, Josep Benet, Vicenç Ligüerre, Pere Portabella, Rafael Ribó y Miquel Sellarés. En líneas generales, el comunicado anunciaba el inicio del diálogo con el Consell de Forces Polítiques de Catalunya (CFPC) constituido en aquellos días, e invitarlo a incorporarse como tal a la Asamblea; continuar trabajando para asumir un movimiento unitario con todas las fuerzas políticas e instancias del Estado español, especialmente del País valenciano y de las Islas Baleares; y mantener el contacto con el presidente de la Generalitat de Cataluña en el exilio, Josep Tarradellas, en la futura perspectiva de constitución de un gobierno provisional475.