Читать книгу Si tuviera que volver a empezar.... Memorias (1934-2004) онлайн
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–Tienes razón, a Talón le tengo muy oído, pero no le conozco personalmente. Quería decirte que al salir esta mañana de La Garriga, el comisario de Transmisiones me dijo que escribiría a esta Jefatura para que me ratificasen como delegado político de la Compañía.
–No te preocupes, pues esta misma noche hablaré con el comisario del grupo de Transmisiones para que nos remita a destino la acreditación oficial.
Había que salir hacia primera línea de frente de madrugada y tanto el comandante Ródenas como el comisario Herranz me agasajaron con una cena de despedida. Transcurrió esta reunión con bromas, recordando anécdotas de los acontecimientos pasados, durante un año en primera línea. Ya a última hora mantuvimos una conversación sin desperdicio, adecuada a nuestra despedida:
Ródenas: Me ha causado muy buena impresión la compañía que han enviado, aunque me hubiese gustado que hubieses podido tener la oportunidad de darle el toque definitivo en instrucción, como lo hiciste con la de la 68. ¿Te acuerdas? Espero que los Guardias de Asalto no te hagan difícil tu misión. Tan pronto pueda pediré un capitán que te pueda reemplazar y conseguirte un puesto en retaguardia, que todos lo tenemos ya bien merecido.