Читать книгу Si tuviera que volver a empezar.... Memorias (1934-2004) онлайн
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En la población de Alins, próxima a mi puesto de mando, a la que yo acudía con alguna frecuencia, tenía muchas simpatías entre los vecinos, pues en un fuerte temporal de nieve nosotros estuvimos cerca de diez días incomunicados y desde la población, con gran voluntad y peligro nos trajeron carne lanar y cereales de sus cosechas. Al recibir la Compañía nuestro suministro me mostré agradecido y generoso obsequiándoles con arroz, lentejas, aceite, alimentos difíciles de conseguir para ellos. El alcalde que tenía la única taberna y posada del pueblo era mi mejor amigo. Sobre el 1 de febrero de 1939, me dijeron que gran parte de los vecinos de Alins se iba a evacuar a Andorra. Por la noche me presenté allí para conocer más de cerca la situación. Por la mañana mi Brigada me ordenó hacer los preparativos para abandonar nuestras posiciones y dirigirnos ordenadamente a La Seu d’Urgell. Esta orden nos sorprendió pues en el Estado Mayor y a la vista de la gravedad de la situación militar, como nos encontrábamos a un paso de la frontera andorrana, nos imaginábamos que era por este trayecto que pasaríamos la frontera. La orden era totalmente distinta pues teníamos que retroceder hasta La Seu d’Urgell.