Читать книгу Si tuviera que volver a empezar.... Memorias (1934-2004) онлайн

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Es muy difícil resumir y más con la brevedad que preciso, ya que este no es mi tema, el porqué de un pronunciamiento que iba a originar el enfrentamiento sangriento entre hermanos durante casi tres años, con consecuencias irreparables de tal altura vergonzante moral y material, que desaparece del espacio de vencedores y vencidos, ya que en suma todos los protagonistas hemos perdido y por encima de las individualidades ciudadanas quien más perdió fue España, que tuvo que soportar durante cuarenta años un vacío cultural, por el exilio de los más cualificados intelectuales, fueran estos artistas, escritores, catedráticos, políticos, profesionales en general, o fueran estos médicos, profesores, arquitectos, maestros, estudiantes y ese admirable género humano de peones, campesinos, obreros que sin grandes responsabilidades políticas prefirieron también sumarse al exilio.

Hablando retrospectivamente, la segunda República triunfó en las elecciones municipales en abril de 1931 y no tomó medidas represivas contra nadie. En pocas mentes se podría pensar, recordando el pasado histórico de los pueblos, que el paso de una monarquía a una república se pudiese realizar sin derramamiento de sangre. Tuvo que influir la euforia generalizada por un cambio esperanzador, que se deseaba alcanzar y que requería la colaboración de todos los ciudadanos, ya que las estructuras, la enorme diferencia de clases, el hambre que afectaba a la clase obrera y fundamentalmente a los jornaleros de las zonas rurales, así lo exigían. Siendo España eminentemente agrícola, se requería iniciar una reforma agraria con reparto de las tierras que estaban en manos de los latifundistas que disponían de millares de hectáreas, muchísimas de ellas sin trabajar y ello afectaba a Andalucía, Extremadura y Castilla. Sin embargo, en Galicia donde predominaban los minifundios, eran las cargas impositivas las que originaban una acentuada miseria. En todas estas zonas rurales la República tuvo que preocuparse por la alfabetización de los jornaleros y niños que, en edad escolar, se utilizaban para trabajos rurales.


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