Читать книгу Si tuviera que volver a empezar.... Memorias (1934-2004) онлайн

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Este panorama, como digo anteriormente, requería la actividad y solidaridad de todos los ciudadanos ya que la República iba elaborando leyes y reformas progresistas, como el inicio de la reforma agraria; la creación de veintisiete mil escuelas, obra de don Marcelino Domingo; la separación de la iglesia y el Estado; divorcio; derechos de la mujer, para poder votar en las elecciones; concesión de las autonomías a Cataluña y País Vasco; reformas laborales para el control del horario especialmente, una vez más, en las zonas más humildes, el campo, donde se sabía que el horario se alargaba hacia el consabido de sol a sol; reformas militares para reducir la oficialidad del ejército, dándole la opción de pasar a la reserva con el sueldo íntegro de su grado, que se denominó Ley Azaña. Total, una amplia gama de promesas en la campaña electoral del año 1931 que caló en los ciudadanos indecisos, que estaban hartos de los infortunios de la monarquía con su pasado de derroche económico, que había sangrado las arcas del erario nacional con su corte, la nobleza y, los enormes gastos de la guerra de Marruecos, que terminó con el desastre de Annual.ssss1


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