Читать книгу Si tuviera que volver a empezar.... Memorias (1934-2004) онлайн

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Por lo tanto, no es de extrañar que se afiliase precozmente a la FUE y después con dieciséis años a las Juventudes Socialistas Unificadas en el Instituto Luis Vives. Es allí donde se establecen las primeras complicidades que perdurarán toda la vida y se reforzarán al compartir los mismos ideales por los que luchará toda una generación. Complicidad que lleva a una amistad incondicional, entendida en el sentido más amplio, verdadero y profundo, una amistad sin titubeos ni vacilaciones, en la que disfrutas de la felicidad o sufres la desgracia del compañero como si fuese tuya, porque el amigo es ese otro yo donde nos miramos y nos reconocemos. Así pues, estas son unas memorias de amistad y de vida. Amistad que continuará después en el frente de batalla, en los campos de concentración, en la resistencia, en la cárcel, en África, en la lucha por la subsistencia…

Ya al principio de sus memorias, cuando se encuentra en Valencia tras haber sido reclamado del frente de Madrid junto a Ricardo Bastid por ser menores, dice: «me di cuenta de que me faltaba el calor de mis compañeros y a medida que pasaban los días se me acentuaba la nostalgia de la camaradería de los amigos de la FUE y empecé a reconocer que mi sitio no estaba en la retaguardia». Con estas líneas nos está introduciendo en ese clima de compañerismo que va a flotar sobre todo su relato.


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