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–Tú y tu pinche centralización.

–Pues claro. ¿Cómo es posible pretender que un organismo sea tan altamente eficiente como se pide a un partido comunista en el poder? La discusión no es si los partidos son lo que pretenden ser, sino si pueden serlo.

–¿Y cuál sería la solución, según tú? –preguntó Gilberto, que hasta entonces sólo escuchaba.

–Pues no lo sé. Pero en principio, creo que una planificación con márgenes muy amplios, que permita una gran movilidad y poder de decisión a los organismos municipales y regionales.

–Eso no es posible –dijo Raúl–, porque la industria pesada y algunos otros sectores de la economía no pueden dejarse al arbitrio de varios cientos de municipios. En el petróleo, por ejemplo, ¿cómo puedes dar los márgenes amplios de que hablas?

–Es cierto. Sectores como acero, petróleo, industria química, etcétera, tendrán que estar bajo control directo; pero la producción regional y los organismos de que depende pueden ser autónomos en gran medida.

–Habrá que estudiar economía para ver si eso es posible– respondió Gilberto.


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