Читать книгу Derecho de gracia y constitución. El indulto en el estado de derecho онлайн
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La clemencia se conformó así en atributo del poder, siendo éste de la titularidad exclusiva del Rey, como cualidad del soberano. En los albores de la revolución francesa, MONTESQUIEU hacía referencia a la clemencia del príncipe, en los siguientes términos:
“La cualidad distintiva de los monarcas es la clemencia. No es tan necesaria en la República, ya que la virtud es su principio. Ni se usa apenas en los Estados despóticos, en los que reina el temor, por la necesidad de contener a los magnates con ejemplos de severidad. En las monarquías, gobernadas por el honor, éste exige a menudo lo que la ley prohíbe, por lo cual es más necesaria la clemencia. El desfavor del monarca es un equivalente al castigo; son verdaderos castigos hasta las formalidades del proceso”ssss1.
La causa del perdón que inspira la clemencia, puede ser benevolencia, indulgencia, justicia, o incluso la forma de celebración de un hito, pero en todo caso sitúa en un plano de superioridad desde el poder de quien ostenta la facultad, respecto a la norma o previsión que excepciona con la gracia. Como expresa LOZANO CUTANDA: