Читать книгу Sin miedos ni cadenas. Lecturas devocionales para damas онлайн

120 страница из 160

Jesús comparó el Reino de Dios con una semilla de mostaza: insignificante a simple vista, pero que crece a tal punto que las aves del cielo hacen nidos en sus ramas. También comparó el Reino de los cielos con la levadura, que hace crecer la masa (Mat. 13:31-33). ¡Ambos ejemplos son tan sencillos y humildes! No hay efectos especiales, ni carteles luminosos ni millones de seguidores en las redes sociales. Nada glamuroso. Sencillamente, semillas y levadura que crecen de una forma lenta y orgánica.

Jesús se encarga de ser extraordinario. Nosotras solo debemos ser fieles en lo poco, porque, como menciona Melanie Shankle, lo realmente importante no son “las cosas que logramos, sino las personas en quienes nos estamos convirtiendo. La vida se trata más de cómo él nos usa […] aun cuando solo estamos viviendo nuestras vidas normales y aburridas”. ¡Relájate! Jesús se encarga de ser extraordinario. Tú puedes tener una vida completamente normal, pero muy significativa.

Señor, gracias porque el tamaño de mi vida no determina mi valor. Gracias, porque en tu Reino lo pequeño es trascendental.

Правообладателям