Читать книгу Sin miedos ni cadenas. Lecturas devocionales para damas онлайн
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Un día, su abuela la invitó a asistir a la iglesia y Brittni aceptó. Mientras continuaba trabajando en la industria pornográfica, asistía a la iglesia esporádicamente, y allí recibió una Biblia de regalo. Tiempo después, cuando estaba por volar a Las Vegas para filmar una escena, se sintió inspirada a empacar su Biblia. En el avión, Brittni comenzó a leer el libro de Apocalipsis. Llegó al capítulo 2 y se enfrentó con estas palabras: “Pero tengo una queja en tu contra. Permites que esa mujer… lleve a mis siervos por mal camino… Le di tiempo para que se arrepintiera, pero ella no quiere abandonar su inmoralidad. Por lo tanto, la arrojaré en una cama de sufrimiento, y los que cometen adulterio con ella sufrirán terriblemente” (Apoc. 2:20-22, NTV). Al leer estas palabras, Brittni comenzó a llorar arrepentida. Ella oró: “Lo siento tanto, Señor. ¡No tenía idea de que esto es lo que piensas acerca de lo que hago!”
Luego de dejar la industria pornográfica, Brittni comenzó a asistir a la iglesia regularmente y consiguió un trabajo como agente de bienes raíces. Tiempo después, Brittni se casó con el pastor Richard De La Mora. Recientemente, ambos fueron invitados a dirigir “XXX Church” (Iglesia XXX), un sitio web que se dedica a ayudar a las personas que luchan con la pornografía y a la gente que trabaja en la industria pornográfica. Los últimos seis años de la vida de Brittni están marcados por un cambio sorprendente. “La única razón por la que me encuentro donde estoy hoy, completamente liberada y transformada”, me dijo ella, “es porque cada día dependo del Señor. No puedo hacerlo sola. Pero cuando invito la presencia de Dios a mi vida, también invito su fortaleza”.