Читать книгу Sin miedos ni cadenas. Lecturas devocionales para damas онлайн

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Señor, te invito a que vengas con tu presencia y tu fortaleza a mi vida. Quiero que me transformes por completo y me uses para tu gloria. Amén.

29 de enero

El amor de Jesús es suficiente


“Luego oí una fuerte voz que resonaba por todo el cielo: Por fin han llegado la salvación y el poder, el reino de nuestro Dios, y la autoridad de su Cristo. Pues el acusador de nuestros hermanos —el que los acusa delante de nuestro Dios día y noche— ha sido lanzado a la tierra. Ellos lo han vencido por medio de la sangre del Cordero y por el testimonio que dieron” (Apoc. 12:10, 11, NTV).

Lo hiciste otra vez. Aquello que prometiste no hacer “nunca más”. Una milésima de segundo después de gritarles a tus hijos, comer de más o criticar a alguien, llega la marea de culpa. Es una marea tóxica, que carga toneladas de basura del pasado y las lanza sobre la arena de tu alma. Ropas sucias, plásticos, animales muertos, llegan con la marea; te cubren en un momento y bloquean tu relación con Dios.

La culpa me dice que no puedo orar ahora; que espere hasta estar más limpia. La culpa me dice que soy un fraude, que no puedo hablar o escribir acerca de Jesús, siendo tan pecadora. La culpa hace que pida perdón mil veces y me sienta cada vez peor. La culpa viene de nuestro enemigo, el acusador de nuestras hermanas. Mientras que la culpa bloquea el camino, el arrepentimiento nos lleva a Jesús,.

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