Читать книгу Sin miedos ni cadenas. Lecturas devocionales para damas онлайн
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Señor, el legado más grande que puedo dejar es espiritual, no físico. Por esto, te pido que sanes mis heridas y las transformes en cicatrices sagradas. Quiero que mi vida refleje el poder de tu redención. Quiero contarle a mi familia todo lo que has hecho por mí.
9 de febrero
Culpa y responsabilidad
“—Rabí, ¿por qué nació ciego este hombre? —le preguntaron sus discípulos—. ¿Fue por sus propios pecados o por los de sus padres? —No fue por sus pecados ni tampoco por los de sus padres —contestó Jesús—. Nació ciego para que todos vieran el poder de Dios en él” (Juan 9:2, 3, NTV).
Estoy sentada en el autobús 321, yendo al trabajo. Detrás de mí, una mujer y un hombre hablan acerca de Jessica. La mujer dice que está muy enojada con su amiga, Jessica, porque está siendo negligente con sus hijos: no los lleva a la escuela, ni los educa en casa. Ella dice que, aunque Jessica tiene muy poco dinero, continúa pagando los gastos del auto de su exnovio. Finalmente, la mujer le dice al hombre sentado detrás de mí: “Entiendo que esté deprimida porque su padre falleció, ¡pero Jessica no tiene tiempo para estar deprimida!”