Читать книгу Reposo divino para la inquietud humana онлайн
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Catolicismo.
Ya mostramos anteriormente la falta de lógica que existe en considerar la especificación del séptimo día en el cuarto Mandamiento como una ley mosaica y ceremonial. Solo añadiremos que sobre la base de la ley natural también debería ser considerado como ceremonial el segundo Mandamiento, pues la prohibición de adorar representaciones iconográficas (o pictóricas) de la Deidad (Éxo. 20:3-6) tampoco es plenamente explicable recurriendo solo a la razón humana. Por eso, sin duda, la Iglesia Católica ha suprimido el segundo Mandamiento (Éxo. 20:3-6) de su Decálogo.128 Ahora bien, ¿es la razón humana un criterio legitimo para aceptar o rechazar los preceptos del Decálogo? Aparentemente, esa es la posición tomada por la Iglesia Católica para defender su derecho a introducir no solo la observancia del domingo, sino también la de otros días. Tenemos abundantes ejemplos de ello, especialmente en los documentos católicos del siglo XVI.129 Así, Johann Eck (1486-1543), en su Enchiridion, escrito contra algunos reformadores, dice que “si la iglesia ha tenido el poder de cambiar el sábado de la Biblia por el domingo y decretar la observancia del domingo, ¿por qué no va a tener también poder sobre los demás días? [...] Si uno prescinde de la iglesia y se limita a aceptar solo la Biblia, entonces debe guardar el sábado como los judíos, como ha sido guardado desde el principio del mundo”.130