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Sabatarios
Oswald Glait, exsacerdote católico convertido en pastor luterano y más tarde anabaptista, comenzó a propagar con éxito en 1527 sus ideas sabatarias entre los anabaptistas de Moravia, Silesia y Bohemia.140 Fue apoyado por el erudito Andreas Fisher, también exsacerdote y anabaptista.141 Glait escribió un Tratado sobre el sábado (Buchlenn vom Sabbath), fechado en torno a 1530, que no ha llegado hasta nosotros. De la refutación que Gaspar Schwenckfeld142 hizo de la obra de Glait, deducimos que este defendía la unidad entre el Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento, aceptando la validez e importancia del Decálogo para los cristianos. Glait rechazaba la tesis de sus críticos de que el mandamiento del sábado es una prescripción ceremonial del mismo tipo que la circuncisión. “El sábado fue ordenado y guardado desde la Creación”, decía.143 Dios enseñó a “Adán en el Paraíso a celebrar el sábado”.144 Por lo tanto, “el sábado [...] es para siempre un signo de esperanza y un memorial de la Creación [...] un pacto eterno [...] que está en vigor mientras el mundo exista”.145 Glait tuvo que sufrir el exilio, la persecución y finalmente la muerte, ahogado en el Danubio (1546).146