Читать книгу Inés онлайн

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Será el discurso del método de René Descartes, o tal vez el Satiricón de Petronio o un poema prohibido de Ovidio. O tal vez sea algún soneto mío, como aquel, tu favorito, que comienza diciendo: Esta tarde mi bien cuando te hablaba…

Tal vez sea aquella sátira filosófica que me vino a la mente en un arrebato de enojo, cuando una de mis hermanas novicias me confesó haber ingresado a esta vida debido a que un clérigo miserable trató de aprovecharse de ella valiéndose de sus títulos y posiciones. ¿Será acaso el Neptuno alegórico que compuse en honor a tu esposo, el excelentísimo “marqués de la Laguna”, con el cual busqué ganarme su favor y simpatía incondicionalmente?

Sí, puede ser cualquiera de estas obras, pero no te has detenido a pensar un poco en que se puede tratar de una receta. Una de esas con la cuales supuestamente seduje a mis confesores y amigos, manipulando sus emociones, haciéndome de su voluntad a través de la comida.

Aquellos exóticos y exquisitos platillos en los que sabiamente supe mezclar el saber de dos continentes, la alquimia con la brujería de los mixtecos y la medicina griega con los menjurjes de los indios.

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