Читать книгу Inés онлайн

14 страница из 23

Y de este hecho en adelante, se vieron aun más acorralados mis talentos y perseguidos mis razonamientos. Vendí mi alma no al diablo, sino a Dios, al consagrarme definitivamente a su divina gracia. Me salió más caro con el sí que no se puede negociar, te pide el pago por adelantado. A nadie se lo recomiendo, no es un buen trato. Al despojarme de mis libros me arrebató el alma, pero no la vida, y aquí estoy muy a su pesar, una vez más seduciéndote y corrompiendo tu mente.

¡Al fin, mi señora! ¿Qué os parece? Está terminado como terminada también está mi obra en este lugar. Contémplame inmortalizada una vez más y ahora ¡despierta, señora! Despierta de este maldito letargo en el que te encuentras.

Una horrible sensación se apoderó del cuerpo de la ex virreina, su corazón comenzó a latir con fuerza al ver cómo la imagen de Juana se distorsionaba por completo y sus ojos se tornaban rojos, de la nada se encendieron, y el fuego consumió rápidamente el retrato reduciéndolo a cenizas; de ellas emanó la intensa llama de un fulgor dorado casi segador. La portentosa llama comenzó a tomar la forma de un ave. ¡Era hermosa! Desgarrador fue el piar que emitió, que la hizo despertar de un sobresalto.

Правообладателям