Читать книгу 522 онлайн
48 страница из 66
Para un joven proveniente de un hogar pobre, no le resultaba difícil adaptarse a una nueva y disciplinada alimentación.
Su delgado cuerpo lucía perdido en medio de un equipo compuesto, además, por dos pares de cartucheras de cuero natural, teñido en verde grisáceo; correas con hebilla arqueada, bandolera con pinzas, la bayoneta en un bolso de cuero gris verdoso y funda de metal. En cada cartuchera había cuatro cargadores para su fusil que, al ser doble, contenía ocho cargadores para un total de cuarenta y ocho cartuchos que, sumados a los que llevaba en su mochila, alcanzaban a conformar una dotación de ciento sesenta y ocho proyectiles para su arma.
El casco y un birrete de tela gris verdosa completaban su indumentaria, junto a una mochila de lona gris impermeabilizada que contenía: una barra de pan, un pañuelo, un par de calcetines de lana, galletas y diversos alimentos en bolsas especiales, una taza de hojalata y unos calentadores de color naranja. Luego, un equipo de cocina con placa de hierro, con juego de tapas que contenía una cuchara y un tenedor metálicos, además de tres tipos de botellas de un litro.