Читать книгу Ni una boda más онлайн

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No había nadie más en la pastelería y el fuego estaba contenido en el horno. Sofocar la fuente de calor será el curso de acción más seguro y rápido para todos.

Ford se subió la camisa para cubrirse nariz y boca, y se concentró en inhalar y exhalar por las fosas nasales.

–Retroceda.

Con el hocico contra las piernas de la mujer, Pyro la empujó hacia la puerta abierta y Violet pareció notar al perro por primera vez. Retrocedió, dándole a Ford el espacio que tanto necesitaba.

El maldito enchufe no quería soltarse del tomacorriente y una creciente sensación de urgencia se apoderó de la base de su cráneo. Aferró el mango del hacha y usó el borde de la hoja para liberar el plástico duro.

Con el oxígeno agotándose en el horno, una pequeña corriente de aire podría convertirse en un gran problema así que, aunque se pudiera, ahora abrir la puerta del aparato no era una buena idea. Ante el riesgo de que se propagara el fuego y de que la pastelería se incendiara, no podía dejar allí el horno.

En cuanto baje la temperatura, me ocuparé del fuego.

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