Читать книгу El Robo del Niño онлайн

28 страница из 43

Por la defensa de nuestra cultura y patrimonio

¡Jallalla!

Colectivo T’aki

Terminaban de leer cuando sonó el teléfono de Julia. Era un mensaje de la detective Rojas, encargada de monitorear las redes sociales de internet. Lo leyó y miró al grupo.

–Puede haber sido un coleccionista excéntrico –dijo ella–. Pero no podemos descartar a un grupito de fanáticos.

Capítulo III

Donde Julia y el comisario casi mueren ahogados. Ella medita frente a una fotografía y asusta a un anciano, aunque más tarde le ofrecen té y habla con un endeudado.

Horas después se reunían en el cuartel la detective Delgado con el jefe de la brigada, Ricardo Fuentes. Julia se había dirigido allá en su bicicleta desde el museo mientras los demás lo hacían en el vehículo institucional, y habían llegado todos al mismo tiempo; la ciudad de Santiago ya no soportaba tantos autos, pero siempre había espacios para la tracción humana.

–Dígame qué encontró, detective –preguntó el comisario.

–Aparte de varios fósiles, incluso algunos que creían perdidos, y otras piezas de interés arqueológico, nada. Espero el informe de criminalística, eso sí. En realidad, algo apareció pero no en el museo. La detective Rojas, de informática, encontró esto en un blog:

Правообладателям