Читать книгу 100 Clásicos de la Literatura онлайн
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Luego que se ha explicado la mala condición de esta opinión popular, súbitamente como cosa horrible, repercute fuera de todo el orden de la reprobación al decir: Mas vilísimo parece a quien mira la verdad, para dar a entender su intolerable maldad, diciendo que éstos mienten en gran manera; porque no sólo es villano, es decir, no noble, el que, descendiendo de buenos, es malo, sino que es vilísimo; y pongo ejemplo del camino mostrado. Donde para mostrar tal es menester que haga una pregunta y responder a ella de esta manera: Hay una llanura con campos y senderos, con vallados, barrancos, piedras, lefia, con toda suerte de impedimentos, fuera de sus estrechos senderos. Ha nevado tanto, que la nieve todo lo cubre y todo muestra un mismo aspecto, de modo que no se ve vestigio de sendero alguno. Alguien que viene de una parte del campo y quiere ir a una casa que hay a la otra parte, por su industria, es decir, por su agudeza y bondad de ingenio, guiado de sí mismo, va camino derecho, dejando tras de sí las huellas de sus pasos. Otro viene tras él, que quiere ir a la misma casa, y no tiene que hacer más que seguir las huellas señaladas, y, por culpa suya, el camino que otro sin señal ha sabido seguir, yerra y tuerce por los setos y por las ruinas, y va adonde no debe. ¿A cuál de éstos debe llamársele valiente? Respondo: al que fue delante. A este otro, ¿cómo se le llamará? Respondo: vilísimo. ¿Y por qué no se le llama no valiente, es decir, torpe? Respondo: Porque no valiente, es decir, torpe, deberíasele llamar a quien, no teniendo señal alguna, no hubiese caminado a derechas; mas como quiera que la tuvo, su error y su culpa no pueden absolvérsele; y por eso hásele de llamar vilísimo. Y así, el que por su padre o por alguno de sus mayores es ennoblecido en su estirpe y no persevera en tal nobleza, no solamente es vil, sino vilísimo, y más merecedor de desprecio y vituperio que cualquier otro villano. Y para que el hombre se guarde de esta ínfima vileza, ordena Salomón a quien ha tenido antecesor valiente, en el vigésimo-segundo capítulo de los Proverbios: «No traspasarás los antiguos límites que tus padres fijaron»; y antes dice en el cuarto capítulo de dicho libro: «La vía de los justos, es decir, de los valientes, como luz resplandeciente procede, y la de los malvados es oscura y no saben dónde se arruinaron». Por último, cuando se dice: De suerte que está muerto y anda por la tierra, para mayor detrimento digo que semejante vilísimo está, muerto, pareciendo vivo.