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Donde se ha de saber que al hombre malo puédesele llamar muerto en verdad, y principalmente el que de la vida de su buen antecesor se aparta. Y esto se puede demostrar así: como dice Aristóteles en el segundo del Alma, vivir es ser de los vivos, y como quiera que hay muchos modos de vivir -como vegetar en las plantas, en los animales vegetar y sentir, en los hombres vegetar, sentir, crear, inventar y razonar-, y las cosas se deben denominar por su parte más noble, manifiesto es que vivir en los animales es sentir -animales brutos, digo- y vivir en el hombre es usar de razón. Conque si vivir es ser el hombre, apartarse de tal uso es dejar de ser, y por tanto, estar muerto. ¿Y no se aparta del uso de razón quien no razona el fin de su vida? ¿No se aparta del uso de razón quien no razona el camino que ha de seguir? Cierto que se aparta. Y esto se manifiesta principalmente en quien tiene las huellas delante y no las mira; y por eso dice Salomón en el quinto capítulo de los Proverbios: «Morirá aquel que no tenga disciplina, y será engañado en su mucha estulticia»; es decir: muere aquel que no se hace discípulo y que no sigue al maestro; y esto es vilísimo. Y alguien podría decir de él: ¿Cómo es que está muerto y anda? Respondo: porque ha muerto el hombre y queda la bestia. Porque, como dice el filósofo en el segundo del Alma, las potencias del alma están unas sobre otras, como la figura del cuadrángulo está sobre el triángulo, y el pentágono sobre el cuadrángulo; así la sensitiva está sobre la vegetativa, y la intelectiva está sobre la sensitiva. Conque, del mismo modo que quitando el último ángulo del pentágono queda cuadrado y no pentágono ya, así quitando la última potencia del alma, es, a saber: la razón, no queda ya hombre, sino cosa con ánima sensitiva tan sólo, es decir, animal bruto. Y éste es el sentido del segundo verso de la canción propuesta, en el cual se exponen las opiniones ajenas.

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