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Este Ángel es nuestra nobleza, que de Dios procede, como se ha dicho, que habla en nuestra razón, y les dice a cada una de estas sectas, es decir, a quien quiera que va buscando la bienaventuranza en la vida activa, que no está aquí; mas que vaya y les diga «a los discípulos y a Pedro» es decir, a los que le van buscando y a los que se han apartado, como Pedro que le había negado, «que en Galilea los precederá»; es decir, que la Bienaventuranza los precederá en

Galilea, es decir, en la especulación. Galilea vale tanto como decir blancura; y la blancura es un color lleno de luz corporal más que ningún otro; y así la contemplación está más llena de luz espiritual que cualquier otra cosa que aquí abajo haya. Y dice: «Él os precederá»; y no dice «Él estará con vosotros», para dar a entender que Dios siempre precede a nuestra contemplación; y no podremos nunca alcanzarle aquí a Él, que es nuestra Bienaventuranza suma. Y dice: «Allí lo veréis como dijo», es decir, es decir, allí gozaréis de su dulzura, es decir, de la felicidad, como se os ha prometido aquí; esto es, como está establecido que podéis tenerla. Y así se demuestra que nuestra bienaventuranza, que es la felicidad de que se habla, podremos primero hablarla imperfectamente en la vida activa, esto es, en el ejercicio de las virtudes morales, y luego casi perfecta en el ejercicio de las intelectuales. Obras ambas que son vía expedita y derecha que conduce a la suma bienaventuranza, la cual aquí no se puede lograr, como se demuestra por lo que se ha dicho.

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