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Las lluvias suaves y la adorable calidez de la primavera cambió por completo el aspecto de la tierra. Los hombres, que antes de este cambio parecían haber estado escondidos en sus cuevas, se dispersaron por todas partes y se ocuparon en las distintas artes de la agricultura. Los pájaros cantaban con acentos más alegres y las ramas comenzaron a echar brotes en los árboles. ¡Mundo alegre y feliz…! ¡Morada apropiada para los dioses, que muy poco tiempo antes estaba yerma, húmeda y enferma! Me animé mucho ante el encantador aspecto de la Naturaleza; el pasado se borró de mi memoria, el presente era feliz y el futuro refulgía con brillantes rayos de esperanza y promesas de alegría.

CAPÍTULO 4

Me apresuro ahora a narrar la parte más conmovedora de mi historia. Relataré sucesos que grabaron sentimientos en mí que, de lo que era, me han convertido en lo que soy.

La primavera adelantaba rápidamente; el tiempo ya era muy agradable, y los cielos estaban despejados. Me sorprendió que lo que antes estaba desierto y oscuro ahora estallara con las flores más hermosas y con tanto verdor. Mil perfumes deliciosos y mil escenas maravillosas gratificaban y animaban mis sentidos.

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