Читать книгу Alfonso X. Esplendores y sombras del Rey Sabio онлайн

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Con todo, tanto linaje no le había asegurado a Beatriz una existencia sin inconvenientes. Su padre debió luchar mientras gobernó el Imperio. Su enemigo era Otón IV, emperador también germano pero perteneciente a la Casa de Welf, que rivalizaba por el poder con los Staufen. Ese enfrentamiento terminó con el asesinato de Felipe en 1208. Y pocos meses después, la madre de la princesa falleció a causa de un mal parto.

Beatriz quedó entonces bajo la guarda de su primo Federico II (1194-1250), quien llegó a emperador en 1215. Además de gobernar, este soberano sentía una inagotable sed de conocimiento. Apodado stupor mundi –“asombro del mundo”–, patrocinaba todo tipo de actividad científica y cultural. También era un gran lector, políglota y autor de varios libros surgidos de sus propios estudios o de los que realizaban los eruditos con los que se codeaba.

En ese ambiente creció Beatriz. Bella, de buenas maneras, pero por sobre todo culta, reflexiva, prudente. Una joven que junto a su primo Federico II aprendió algo que en el futuro transmitiría al primero de sus hijos: aquel que ostente el poder, sea emperador o rey, debe interesarse por la cultura y amar la sabiduría.

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