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En Primera Plana trabajó también otra periodista extranjera excombatiente del ERP. Karin Lievens. Era belga y fue responsable de la sección internacional. Una buena amiga a la que recuerdo con especial cariño. Karin moriría de cáncer -parece una maldición- unos años más tarde en Bruselas.

Volvamos a Managua, una ciudad a la que cierta vez oí describir a Hernán como ´un potrero con tres semáforos´ (algo de razón tenía -y seguro que en aquella época, más-).

Muy pocas personas estaban entonces al tanto de que el FMLN planeaba lanzar en enero de 1981 lo que pensaban iba a ser la ofensiva final (ocho años después volvieron a lanzar otra con el mismo nombre, y para que no se confundieran tuvieron que añadirle la consigna Al tope. Y punto).

De manera sorpresiva, el 10 de enero avisan a Paolo y a Hernán -con solo tres horas de antelación- que se alisten, que salen hacia San Salvador. Iniciaba el baile. Según cuenta Paolo, durante el viaje Hernán le dijo que anunciaban que estaba a punto de comenzar la insurrección, pero que él más bien pensaba que lo que iba a empezar era una guerra larga. Si la anécdota es verdad no se equivocó.

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