Читать книгу Dimelo cantando онлайн

79 страница из 120

—Sí. —Necesito más justificaciones, así que añado—: Londres tiene el mejor programa de Bellas Artes del país. Por eso vine aquí. Era una buena oportunidad.

Silencio.

Hay otra cosa que no le he contado. Me arrepiento profundamente de las decisiones que tomé. Si hubiera enfrentado a mis padres en su día, no me habría ido a Mánchester, sino que me habría mudado a Londres con ellos. No habría tenido que despedirme de mis amigos. No le habría roto el corazón.

Y, por consiguiente, tampoco a mí misma.

Pensarlo hace que me entren ganas de llorar. Eso no ocurrió y ahora debo asumir las consecuencias, y son que los he perdido. A todos.

—Me alegro de que hayas decidido dedicarte a lo que te hace feliz, Holland —admite, tras unos minutos en silencio.

Holland. Es imposible que no me resulte extraño como suena ese nombre en su boca.

Pestañeo para contener las lágrimas.

—No tienes por qué hacerlo.

—¿Qué?

—No tienes por qué fingir que te alegras por mí.

—Me alegro por ti. Sabes que siempre he pensado que valías para esto.

Правообладателям