Читать книгу Dimelo cantando онлайн

84 страница из 120

Puede que, en realidad, Alex tampoco esté preparado para descubrir la respuesta. Interpreta mi silencio como un no porque nos dará menos problemas. Me mira y sacude la cabeza, como si estuviera dándose una reprimenda por haber hecho una pregunta estúpida.

—Parece que no ha cambiado nada, ¿eh? Sigues huyendo de tus problemas en lugar de hacerles frente. —Suspira y se gira para marcharse—. Olvídalo. Estoy cansado de esto.

El pánico me invade contra reloj. ¿Qué?

—Alex… —intento detenerlo, pero no me escucha.

—Está bien. No debería haber preguntado. —Me mira por encima del hombro—. Que disfrutes de la fiesta, Holland.

Baja las escaleras y me deja sola en la azotea.

5. Siempre de tu parte

Alex

Una vez lo tuve todo de ti

y ahora me he quedado con las manos vacías.

Marco el ritmo con el pie mientras pruebo acordes con la guitarra. Cuando encuentro los adecuados, los toco una vez más antes de tomar nota. Compongo al son de una melodía que ya suena dentro de mi cabeza. Intento no prestar atención a los versos que se me ocurren, aunque es imposible.

Правообладателям